Existen diferentes formas de fortalecer los músculos y mejorar nuestra condición física. Dos de ellas son el entrenamiento isométrico y pilométrico, que queremos abordar.
Vamos a explorar con detalle cada uno de estos métodos, cómo te pueden ayudar y qué ejercicios son los más efectivos para ponerlos en práctica.
Prepárate para descubrir nuevas maneras de llevar a tu cuerpo al siguiente nivel y seguir en tu camino hacia la mejor versión de ti mismo.
¿Qué es el entrenamiento isométrico?
El entrenamiento isométrico es una técnica que consiste en mantener una posición estática durante un período de tiempo determinado. Los músculos están en tensión durante ese tiempo, con lo que se fortalecen y mejora su resistencia.
Este tipo de entrenamiento se puede realizar en cualquier parte del cuerpo, dependiendo de los objetivos que quieras alcanzar.
Por ejemplo, si quieres fortalecer los brazos, puedes hacer flexiones de codo en posición estática, manteniendo la posición durante varios segundos.
Beneficios del entrenamiento isométrico
Algunos de los beneficios que aporta el entrenamiento isométrico son:
- Mejora la fuerza muscular: al mantener una posición estática durante un tiempo determinado, la tensión que se genera en los músculos ayuda a fortalecerlos y aumentar la resistencia.
- Ayuda a prevenir lesiones: una consecuencia de fortalecer los músculos y las articulaciones. Al ser más resistentes, el riesgo de lesiones se reduce y mejora la capacidad de recuperación del cuerpo.
- Aumenta la flexibilidad: aunque el entrenamiento isométrico no es específico para la flexibilidad, ayuda a mejorar la movilidad de las articulaciones y contribuye a unos músculos más flexibles.
- Es un entrenamiento seguro: no produce impacto en las articulaciones ni se necesita un alto nivel de coordinación o equilibrio para practicarlo.
Ejercicios de entrenamiento isométrico
Algunos ejercicios isométricos que puedes practicar son los siguientes:
- Plancha: mantener el cuerpo en posición recta, con los brazos y las piernas estirados, apoyando el peso en los antebrazos y los dedos de los pies.
- Plancha lateral: una variante de la anterior, en la que se apoya el peso del cuerpo solo en un antebrazo y el borde de un pie, manteniendo el cuerpo en posición recta y generando tensión en abdominales y músculos laterales.
- Sentadilla isométrica: mantener la posición de sentadilla durante varios segundos, generando tensión en las piernas.
- Flexión de codo en posición estática: flexionar el codo y mantenerlo durante unos segundos, generando tensión en los brazos y fortaleciéndolos.
¿Qué es el entrenamiento pilométrico?
El entrenamiento pilométrico es una técnica que se enfoca en el desarrollo de la fuerza explosiva y la potencia muscular. Implica realizar movimientos rápidos y explosivos, como saltos y lanzamientos, en una secuencia específica y repetitiva.
El objetivo de este entrenamiento es mejorar la capacidad del cuerpo para producir una fuerza máxima en un período corto de tiempo.
Beneficios del entrenamiento pilométrico
Los beneficios que aporta esta técnica son, entre otros:
- Mejora de la potencia y la explosividad.
- Incremento de la fuerza.
- Aumento de la velocidad y la agilidad.
- Mayor coordinación y equilibrio.
- Reducción del riesgo de lesiones.
Ejemplos de ejercicios pilométricos
Hay una gran variedad de ejercicios para entrenamiento pilométrico. Algunos de los más populares incluyen:
- Saltos: en caja, en zigzag o en profundidad.
- Lanzamiento de pelota: mejor con una pelota medicinal, que tiene peso.
- Sentadillas con salto.
¿Qué tipo de entrenamiento es mejor?
Es difícil, por no decir imposible, dar una respuesta concreta a esta pregunta. Cada uno debe decidir cuál es su objetivo y escoger un tipo de entrenamiento en función de ello.
Si lo que buscas es un equilibrio entre fuerza, flexibilidad y velocidad, tal vez lo mejor sea combinar las dos técnicas y crear una tabla en la que el entrenamiento isométrico y pilométrico formen parte del plan de trabajo.
Además, ambas técnicas se practican sin importar la edad o el nivel de experiencia. Incluso los recién iniciados pueden hacer ejercicio y empezar a mejorar su estado de forma de una manera sencilla.
En cualquier caso, es muy importante prestar atención a la técnica, practicar cada ejercicio de forma adecuada e incorporarlos de forma gradual para ayudar al cuerpo a asimilar el entrenamiento y conseguir los mejores resultados. También hay que ser constante y esforzarse un poco. No basta con hacerlo un día de forma muy intensa y después pasar el resto de la semana sin actividad.
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